Mi canal

Watch live streaming video from humanegro at livestream.com

Alistando el teclado

Alistando el teclado
Daria J. Buñuel del perpetuo Humero

domingo, 18 de abril de 2010

Conferencia: Beatriz Preciado en Murcia 2009

Para neutralizar la conferencia a la que asistí el lunes de esta semana en la Universidad Nacional, pongo hoy, fin de la semana, una conferencia de Beatriz Preciado en Murcia, en el 2009. Haré ciertos comentarios, respecto a lo que dice Beatriz, a manera de anotaciones o preguntas. A continuación entonces, la conferencia.



















Después de asistir virtualmente a la conferencia de Beatriz Preciado (haciendo uso de las maravillas de la red, como este tipo de asistencias fuera de tiempo), quisiera hablar de algo que me parece importantísimo, el cuerpo como lugar de posibilidades o potencialidades subversivas, precisamente porque este es el lugar en donde, desde el siglo XVIII y XIX, se inscribren los discursos de poder. El cuerpo, sus representaciones, sus acciones, sus construcciones, dan cuenta de ello.

Durante la conferencia, Beatriz hace una introducción al campo teórico en el que ella trabaja, un campo teórico que recoge aquéllos feminismos que se encontrarán en los 80's con el trabajo de Foucault, con el que se desconfigurará la noción de la mujer, naturalizada, en esa dicotomía constante con el hombre, bastante esencialista, para dar paso a una crítica a los sujetos, una crítica de construcción de identidad, que está ligada precisamente con el campo de Beatriz Preciado, el de la teoría queer. Esta desconfiguración se da para todas aquéllas dicotomías que han pretendido establecer dichos discursos de poder homogeneizantes y por tanto patologizantes, respecto a aquéllo que se considera cuerpo normal, el que responde a esos discursos, y el cuerpo abyecto, el que debe desaparecer puesto que no responde a los mismos. El propósito entonces es habilitar un campo crítico en el que se reflexiona respecto a la construcción de identidades, identidades sexuales, de género, por ejemplo...

El entendimiento de la identidad como una construcción totalizante, y la posibilidad de derribar dicha construcción y posibilitarse un campo maleable, transitable, transformable, sin necesidad de categorizaciones permanentes, es a lo que le apunta una teoría que está lejos de la unilateralidad, la universalización homogeneizante, la categorización, la jerarquización, una teoría que le apunta a jugar con esas categorías que nos habían presentado como inamovibles y naturales y las posibilidades políticas de lo mismo, si entendemos precisamente, como se dijo con anterioridad, que el lugar en donde se concentra el poder es el cuerpo, sea en una sociedad disciplinaria, como la descrita por Foucault, a través de la confinación del cuerpo a ciertos dispositivos arquitectónicos, o sea en una sociedad de control, como la nuestra, a través de otros dispositivos como la información y lo farmaceútico.

Precisamente, en torno a ésto quisiera decir lo siguiente. Si el sistema heteronormativo, cargado de códigos indentitarios, respecto al género y a la sexualidad, códigos que se encargan de categorizaciones jerarquizantes, son los códigos que se ven en crisis con la visibilización y teorización respecto a otras formas de ver el género y la sexualidad, me parece más que paradójico, tremendamente complejo que a pesar de todas esas cosas que teóricamente están puestas a disposición, respecto a deconstrucción de la identidad y de reflexión respecto a la forma en la que se ha ejercido control sobre nuestros cuerpos, aquéllos cuerpos que antes eran considerados abyectos, por ejemplo, los maricas y las areperas, terminen haciendo parte de de la norma, terminen generando otras normas, en pocas palabras, más control sobre los cuerpos.

Por ejemplo, la división de los maricas en "hombres" y "locas", la re-afirmación de muchos maricas de "soy hombre" y por eso ellos son "activos", son los que dan por el culo, ni por el carajo se dejan dar, a las locas, las pasivas les corresponde eso; así como en las areperas las masculinizadas, que repiten toda la construcción de hombre tradicional normativo, así como el odio de las mismas por cualquier cosa "fálica" o que se parezca a un pene, el odio a los hombres, la propia segregación, los grupos que son enteramente lésbicos o maricas porque les dan asco los penes o las vaginas y l@s que les gustan igualmente, así como el odio entre maricas y areperas, así como la cosa de "una parte femenina" y otra "parte masculina" en una pareja, porque esa se supone que es la construcción "natural" de la misma, así como esa visión de pareja normativa que no da espacio para la reflexión respecto a otras formas de relaciones emocionales en las que se puedan pensar los límites y franquearlos... Y es aquí en dónde me interesa hacer un "pare", en esta normativización de lo que antes era abyecto, como medio para incluirlo en el sistema de control.