PREFIERO UNA LIBERTAD PELIGROSA QUE UNA SERVIDUMBRE TRANQUILA.
MARÍA ZAMBRANO.
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Alistando el teclado
martes, 22 de enero de 2013
Si sobrevives (Jaime Sabines).
Si sobrevives, si persistes, canta,
sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan: tú no esperes,
éste es el tiempo de vivir, el único.
Jaime Sabines
RUINAS - CARMEN BERENGUER
La noche no es la noche ideal
romántica de los cantos versallescos
o trinos de pájaros en algún amanecer.
La noche de la novela triste es cuando sus luces
se apagan y aparecen las sombras criminales
en las esquinas de los bares, de las casas,
a los pies de la cama, debajo de las sábanas,
en los colores de los muebles, en la opacidad
de las tablas, detrás de los cuadros, arriba del armario,
en los rincones de la escalera
en este libro,
en medio de estas páginas,
en el temblor de tu sonrisa, en ese espejo del baño,
en el cepillo del pelo, en el olor de tu traje,
en el cubierto de la mesa, en la cajita de música,
en el calcetín; broche de una noche antigua,
en la maleta,
en la página del medio,
en el candor, en la maceta de flores;
detalles del tejido,
y el pañuelo a rayas en el sillón Bauhaus,
en el cuadro de Frida Kahlo, en el retrato de revistas viejas,
en los platos de comida, en el charquicán y el luche,
en los juegos de luces pascueros, en los vasos de vino,
en la ponchera, en el apiao y pajarete, en el chaleco azul,
en el anillo, en el collar de un cuello, en los aretes,
en las página sueltas, aquí mismo,
en el hilo del medio,
en el piso de la cocina, en la heladera,
en la silla de paja, en el jarro de café,
en la azucarera, en la mermelada,
como si arriba, en la cucharita del té,
crochete del estío en la biblia latinoamericana,
en el cantar de los cantares, en el libro de Job y Jeremías.
"Chile aparece como un inmenso caballo muerto, tendido en las laderas de Los Andes bajo un gran revuelo de cuervos".
Vicente Huidobro
Páramo y ruinas,
en el sahumerio,
en el escapulario,
en el sagrado corazón de Jesús,
a la entrada de la casa,
en el póster de psicosis,
en el cuarto,
en la música de Béla Bartok,
en el afiche del cojo Díaz,
en la postal del indio,
en el rostro sudaca,
en estos ojos chinescos,
debajo de todo eso, en las puntas,
como si nada, en los santitos, el el ulpo,
en todo eso,
cuando te acuestas,
cuando te levantas,
cuando miras de reojo,
cuando fijas la vista,
cuando te acercas,
cuando hablas,
cuando callas,
cuando brincas,
cuando te das vueltas
en la mañana,
una hora después,
cuando te agachas,
cuando sudas,
cuando aguantas,
cuando aúllas,
cuando todo eso,
"El poeta inglés pudo decir: "Algo huele a podrido en Dinamarca", pero nosotros, más desgraciados que él, nos veremos obligados a decir: Todo huele a podrido en Chile".
Vicente Huidobro
después de quedarte escuchando las gotas de la llave mala,
después de la lluvia de Julio,
después de Julio,
después del frío,
después de la helada de invierno,
después de la remesa de Julio,
después de la carta de Julio,
después de las cuentas del invierno,
después de la piel seca del invierno,
después de las noticias del invierno.
romántica de los cantos versallescos
o trinos de pájaros en algún amanecer.
La noche de la novela triste es cuando sus luces
se apagan y aparecen las sombras criminales
en las esquinas de los bares, de las casas,
a los pies de la cama, debajo de las sábanas,
en los colores de los muebles, en la opacidad
de las tablas, detrás de los cuadros, arriba del armario,
en los rincones de la escalera
en este libro,
en medio de estas páginas,
en el temblor de tu sonrisa, en ese espejo del baño,
en el cepillo del pelo, en el olor de tu traje,
en el cubierto de la mesa, en la cajita de música,
en el calcetín; broche de una noche antigua,
en la maleta,
en la página del medio,
en el candor, en la maceta de flores;
detalles del tejido,
y el pañuelo a rayas en el sillón Bauhaus,
en el cuadro de Frida Kahlo, en el retrato de revistas viejas,
en los platos de comida, en el charquicán y el luche,
en los juegos de luces pascueros, en los vasos de vino,
en la ponchera, en el apiao y pajarete, en el chaleco azul,
en el anillo, en el collar de un cuello, en los aretes,
en las página sueltas, aquí mismo,
en el hilo del medio,
en el piso de la cocina, en la heladera,
en la silla de paja, en el jarro de café,
en la azucarera, en la mermelada,
como si arriba, en la cucharita del té,
crochete del estío en la biblia latinoamericana,
en el cantar de los cantares, en el libro de Job y Jeremías.
"Chile aparece como un inmenso caballo muerto, tendido en las laderas de Los Andes bajo un gran revuelo de cuervos".
Vicente Huidobro
Páramo y ruinas,
en el sahumerio,
en el escapulario,
en el sagrado corazón de Jesús,
a la entrada de la casa,
en el póster de psicosis,
en el cuarto,
en la música de Béla Bartok,
en el afiche del cojo Díaz,
en la postal del indio,
en el rostro sudaca,
en estos ojos chinescos,
debajo de todo eso, en las puntas,
como si nada, en los santitos, el el ulpo,
en todo eso,
cuando te acuestas,
cuando te levantas,
cuando miras de reojo,
cuando fijas la vista,
cuando te acercas,
cuando hablas,
cuando callas,
cuando brincas,
cuando te das vueltas
en la mañana,
una hora después,
cuando te agachas,
cuando sudas,
cuando aguantas,
cuando aúllas,
cuando todo eso,
"El poeta inglés pudo decir: "Algo huele a podrido en Dinamarca", pero nosotros, más desgraciados que él, nos veremos obligados a decir: Todo huele a podrido en Chile".
Vicente Huidobro
después de quedarte escuchando las gotas de la llave mala,
después de la lluvia de Julio,
después de Julio,
después del frío,
después de la helada de invierno,
después de la remesa de Julio,
después de la carta de Julio,
después de las cuentas del invierno,
después de la piel seca del invierno,
después de las noticias del invierno.
La Soledad y la Desolación, por Marcela Lagard
"Nos han enseñado a tener miedo a la libertad;
miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es
un gran impedimento en la construcción de la autonomía, porque desde muy
pequeñas y toda la vida se nos ha formado en el sentimiento
de orfandad; porque se nos ha hecho profundamente dependientes de los
demás y se nos ha hecho sentir que la soledad es negativa, alrededor de
la cual hay toda clase de mitos. Esta construcción se refuerza con
expresiones como las siguientes “¿Te vas a quedar solita?”, “¿Por qué
tan solitas muchachas?”, hasta cuando vamos muchas mujeres juntas".
http://www.mujerpalabra.net/frases/?p=462
http://www.mujerpalabra.net/frases/?p=462
"La loca y el gay apolíneo son categorías
distintas pero no contrapuestas, en todo gay hay una loca que se
desviste frente al espejo, privadamente. Pero también en ese fetichismo
de la femme exagerada también hay un enganche con la madre, un
lugar emotivo. Pero más allá de eso, y es lo que me interesa a mí, me
interesa lo homosexual como una construcción cultural, como una otra
forma de pensarse. Una otra forma de imaginar el mundo, no sólo desde la
teoría homosexual sino que desde todos los lugares agredidos y dejados
de lado por esta maquinaria neoliberal y globalizante. Yo sigo apostando
por esos lugares mínimos, a pérdida. Me interesan las homosexualidades
como una construcción cultural como una forma de permitirse la duda, la
pregunta; quebrar el falogocentrismo que uno tiene instalado en la
cabeza. Es como la costrucción cultural de un otro, tal vez en ese otro
están incluidos otros colores, otras posibilidades insospechadas de las
minorías. En ese sentido, creo que la cuestión homosexual, esta criatura
perversa que puso en escena la ciencia, tiene un lugar ganado. Hay una
legalización pero desde el punto de vista del poder. Por ejemplo, en
Chile cambió la ley que condenaba la sodomía, el articulo 35, pero más
allá de eso hay una homofobia ambiental en la subjetividad colectiva de
los chilenos. Entonces el camino legal y el de mentalidad van por
carriles distintos, tiene que pasar por la inserción de la cuestión
homosexual en lo social, no como privilegio, ni como algo políticamente
correcto sino que como un devenir más en este abanico múltiple y
poliformo de la sexualidad en evolución y constante cambio. Tal vez, la
homosexualidad pudiera ser una parada en esta evolución y ser una
sexualidad por venir, por hacerse".
Pedro Lemebel.
Pedro Lemebel.
Andrea Cara Cortada.
"Buenas noches, señoras y señores, con ustedes, Andrea Cara Cortada, ofreciéndoles en exclusiva, lo peor del día".
Pedro Lemebel.
"Algo de eso ocurre con ciertos libros,
lentamente: a la larga algunos discursos sedimentan transformaciones.
Aunque la biblioteca de Alejandría nunca fue un efectivo polvorín. No
basta con la letra ni con rezar. Hay que potenciar otras formas de
activismo desmantelador. Hay que pensar que en Latinoamérica la
escritura se introdujo a sangre y fuego, y ese residuo de violencia aún
se resiste a ser leído con letrada domesticación". P.L.
Pedro Lemebel,
"Te aclaro que lo gay no es sinónimo de
travesti, marica, trolo, camiona, marimacho o transgénero. Estos últimos
flujos del desbande sexual aparecen encintados como multitudes "queer"
(raras) después de que lo gay obtuvo su conservador reconocimiento.
Quizá son estas categorías las que pueden alterar el itinerario de los
azahares gay tan cómodos en el status de la legalización. Nunca fui tan
ingenuo ni tan iluso como para jactarme de que la elección erótica me
convertía en la condesa de la resistencia, siempre supe que existía la
homosexualidad fascista y burguesa ahorcada en la corbata de su
auto-represión". P.L.
Entrevista a Pedro Lemebel.
- Dijo una vez que no le interesaba
desarrollar el amor en sus relatos. Sin embargo, hay en su escritura una
distancia no irónica, sino sentimental con sus retratados; como si al
escribir sobre las travestis, las locas de barrio, las mujeres
maltratadas, los resistentes a la dictadura, estuviera protegiendo a sus
criaturas. ¿Es así? ¿Con qué ánimo afectivo aborda sus personajes?
- Sí, es una buena descripción del lado tierno de mi triple filo. Son tardíos homenajes, abrazos y besuqueos en la cicatriz de la memoria, pero también hay una insistencia urgente en la dignificación de estos temas. No es sólo literatura entendida como decorado amoroso, más bien, como dice Beatriz Preciado, de visita por estos sures, "dinamitar" las trabas de su hipócrita inclusión.
- Sí, es una buena descripción del lado tierno de mi triple filo. Son tardíos homenajes, abrazos y besuqueos en la cicatriz de la memoria, pero también hay una insistencia urgente en la dignificación de estos temas. No es sólo literatura entendida como decorado amoroso, más bien, como dice Beatriz Preciado, de visita por estos sures, "dinamitar" las trabas de su hipócrita inclusión.
Entrevista a Pedro Lemebel. "La rabia es la tinta de mi escritura".
- Antes y después, ¿por qué elige hacer
performance, radio, video, etcétera? ¿Hay una decisión política detrás
de la elección de cada material?
- Para mí siempre hay una decisión política que detona la puesta en escena de mis irrupciones en el campo cultural. Es más, los géneros —escritura, visualidad, activismo— se contaminan de acuerdo a la pulsión de mis afectos y resentimientos. Por otro lado, lo performativo de mi trayectoria político- cultural existió siempre, lo coliza (de "loca", homosexual, en Chile) se me notaba desde el satélite. Siempre fui un cuerpo notorio en su deseante sexualidad transversal. Nunca salí del closet, en mi casa humilde no había ni ropero. La palabra performance, cuyo significado desconocía, la entendí como un pasaje a Nueva York: a la larga el tiempo me dio la razón.
Entrevista a Pedro Lemebel.
http://www.letras.s5.com/pl180804.htm
- Para mí siempre hay una decisión política que detona la puesta en escena de mis irrupciones en el campo cultural. Es más, los géneros —escritura, visualidad, activismo— se contaminan de acuerdo a la pulsión de mis afectos y resentimientos. Por otro lado, lo performativo de mi trayectoria político- cultural existió siempre, lo coliza (de "loca", homosexual, en Chile) se me notaba desde el satélite. Siempre fui un cuerpo notorio en su deseante sexualidad transversal. Nunca salí del closet, en mi casa humilde no había ni ropero. La palabra performance, cuyo significado desconocía, la entendí como un pasaje a Nueva York: a la larga el tiempo me dio la razón.
Entrevista a Pedro Lemebel.
http://www.letras.s5.com/pl180804.htm
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