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Alistando el teclado

Alistando el teclado
Daria J. Buñuel del perpetuo Humero

jueves, 23 de agosto de 2012

Una mujer muy peligrosa

–¿Ha pensado en irse de la Iglesia?

–No, por coherencia con cierto feminismo y con el cristianismo. Porque irse significa también desconectarse de las mujeres, las que más sufren, todas son creyentes. Creo que las feministas no han trabajado suficientemente las cadenas religiosas de los medios populares, que son cadenas que consuelan y oprimen al mismo tiempo. No puedes ser feminista ignorando la pertenencia religiosa de las mujeres; si no son católicas, son de la Asamblea de Dios, o de la Iglesia Universal, o del candomblé o del espiritismo. Y en cada lugar de éstos hay una dominación de los cuerpos femeninos. La religión es un componente importantísimo en la construcción de la cultura latinoamericana y, a tal punto, que aquí en la Argentina la conexión entre Iglesia y Estado es tan fuerte. En Brasil tenemos oficialmente la separación, pero en la cultura no. A la presidenta Dilma la han presionado, en la cultura, tanto que ya no habla más de su posición a favor de la despenalización del aborto. Se retractó. Hay que cambiar la Iglesia desde adentro.

“Queer”: historia de una palabra por Beatriz Preciado

"El blabla de un marica conservador no es más “queer” que el blabla de un hetero conservador. Sorry. Ser marica no basta para ser “queer”: es necesario someter su propia identidad a crítica. Cuando se habla de teoría “queer” para referirse a los textos de Judith Butler, Teresa de Lauretis, Eve K. Sedgwick o Michael Warner se habla de un proyecto crítico heredero de la tradición feminista y anticolonial que tiene por objetivo el análisis y la deconstrucción de los procesos históricos y culturales que nos han conducido a la invención del cuerpo blanco heterosexual como ficción dominante en Occidente y a la exclusión de las diferencias fuera del ámbito de la representación política."

jueves, 16 de agosto de 2012

Entrevista a Georges Didi-Huberman: sobre la función de las imágenes

"Hay una saturación de imágenes, una sobreexposición de imágenes que nos impiden ver, y que además oculta la subexposición de la censura. Ante eso hay quien dice: “las imágenes no son otra cosa que un reflejo del poder y de la sociedad del espectáculo”. Es por ejemplo el caso de Guy Debord, que paradójicamente componía luego en sus películas asombrosos atlas de imágenes. Esta no es desde luego mi
posición. Imaginemos que en lugar de imágenes hablamos de palabras: estamos completamente rodeados del lenguaje del poder, el lenguaje televisivo, el lenguaje del mercado, etc. ¿Acaso entonces no podemos hablar? ¿Acaso porque desde Goebbels hasta Sarkozy el lenguaje se emplee para mentir debemos dejar de usar el lenguaje? En absoluto, hay que usar el lenguaje de manera correcta, eso es todo. Devolver al lenguaje su fuerza, devolver a las palabras su sentido. Con las imágenes ocurre lo mismo: son un espacio de lucha. En la polémica entre Godard y Lanzmann, yo estoy evidentemente al lado de Godard, porque Godard piensa que debemos hacer un uso de las imágenes como arma, con un sentido político." G.D.H.

jueves, 2 de agosto de 2012

Lesbianas en el movimiento feminista. Un poco de historia.

"¿Qué es una lesbiana? Una lesbiana es la rabia de todas las mujeres condensada hasta el punto de la explosión."

"Pero el lesbianismo es diferente a la vez de la homosexualidad masculina, y sirve una función distinta en la sociedad. “Dyke o tortillera” es un tipo diferente de “descortesía” que “faggot o maricon”, aunque ambos implican que tú no estás actuando acorde a tu rol sexual asignado… y entonces no como “una mujer verdadera” o “un hombre verdadero”. La reticente admiración existente por la marimacha, y la incomodidad alrededor del afeminado apuntan a la misma cosa: el desdén que se le tiene a las mujeres – o aquellxs que ocupan un rol femenino. Y la inversión en mantener a las mujeres en ese rol desdeñado es muy grande. Lesbiana es una palabra, la etiqueta, la condición que mantiene a las mujeres en su lugar. Cuando una mujer escucha esta palabra ser lanzada en su dirección, ella sabe que esta saliéndose de su lugar. Ella sabe que ha cruzado la frontera terrible de su rol sexual. Ella retrocede, ella protesta, ella reforma sus acciones para ganar aprobación. Lesbiana es una etiqueta inventada por el Hombre para lanzar a cualquier mujer que se atreva a ser su igual, que se atreva a desafiar sus prerrogativas (incluyendo aquella de que todas las mujeres son parte de los medios de intercambio entre los hombres), quienes se atrevan a afirmar la primacía de sus propias necesidades. Tener esta etiqueta aplicada a gente activa en la liberación de las mujeres es solo una de las instancias más recientes en una larga historia; las mujeres mayores recordaran que hace no mucho tiempo, cualquier mujer exitosa e independiente, que no orientaba toda su vida hacia un hombre, escucharía esta palabra. Porque en esta sociedad sexista, para una mujer el ser independiente significa que ella no puede ser una mujer debe de ser una tortillera. Esto ya debe decirnos en que están las mujeres, dice tan claro como puede ser dicho: mujer y persona son términos contradictorios. Porque una lesbiana no es considerada como “una mujer de verdad” y todavía, en el pensamiento popular solo hay una diferencia entre una lesbiana y las otras mujeres: la orientación sexual – Es decir, cuando tú quitas todo lo accesorio, debes finalmente darte cuenta que la esencia de ser una “mujer” es ser follada por hombres."