Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?,"se hizo de noche"... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".)
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
Sigo contigo, caminando a tu lado, haciéndome invisible para poderte ver y estar al lado tuyo, para poderme robar un poquito de todo lo que de mi queda en tus palabras y en tu corazón. Sigo soñando, y diciéndote al oído que te amo, durmiendo contigo, tapándote en la noche cuando tienes frío, y riendo con cada sonrisa tuya. Por eso decidí no olvidarte, vas a seguir doliéndome, voy a seguir amando cada una de tus razones, tus pasiones y tus sueños, tus palabras y tus locuras. No quiero olvidar lo que siento con cada beso, lo que siento cuando enamorada me miras, me niego a renunciar a ti, no quiero, no quiero distancia, no quiero olvidarte, es imposible porque cada lágrima me recuerda lo cerca que de mi estás. Aquí sigues y seguirás para siempre chiquita...
Triste, pero cierto. Creo que es hora. Por cierto, amé lo que me enviaste, no imaginas cuánto, y por eso confirmo, mejor nos alejamos y me dejas "superar la cosa", depronto tú no lo necesitas, yo sí.
Es cierto, no lo necesito, para mi no hay nada qué superar, porque no quiero hacer nada que vaya en contra de ti, tu memoria o tu recuerdo. Nos vemos en otro mundo, en otro momento, en otro sentimiento... Te amo.
Tu eres la que está haciendo que no se transforme en cariño de amiga. Deja de buscarme, de mandarme cosas, de hablarme, y después veremos si si se logra.
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de
ResponderEliminarfumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me
receto tiempo, abstinencia, soledad.
¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante. En una
semana se pueden reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra y se les
puede prender fuego. Te voy a calentar con esa
hoguera del amor quemado. Y también el silencio.
Porque las mejores palabras del amor están están entre dos
gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y
subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que
te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame
agua", "¿sabes manejar?,"se hizo de noche"... Entre
las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he
dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te
quiero".)
Una semana más para reunir todo el amor del
tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú
quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No
sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para
entender las cosas. Porque esto es muy parecido a
estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
Jaime Sabines
Te extraño. Muchísimo. No se me van a olvidar los besos, ni todo lo que trajeron.
ResponderEliminarSigo contigo, caminando a tu lado, haciéndome invisible para poderte ver y estar al lado tuyo, para poderme robar un poquito de todo lo que de mi queda en tus palabras y en tu corazón. Sigo soñando, y diciéndote al oído que te amo, durmiendo contigo, tapándote en la noche cuando tienes frío, y riendo con cada sonrisa tuya. Por eso decidí no olvidarte, vas a seguir doliéndome, voy a seguir amando cada una de tus razones, tus pasiones y tus sueños, tus palabras y tus locuras. No quiero olvidar lo que siento con cada beso, lo que siento cuando enamorada me miras, me niego a renunciar a ti, no quiero, no quiero distancia, no quiero olvidarte, es imposible porque cada lágrima me recuerda lo cerca que de mi estás. Aquí sigues y seguirás para siempre chiquita...
ResponderEliminarEstas cosas son las que me hacen daño.
ResponderEliminarLas alergias te hacen daño
ResponderEliminarTu me haces daño.
ResponderEliminarTienes razón, mejor me voy
ResponderEliminarTriste, pero cierto. Creo que es hora. Por cierto, amé lo que me enviaste, no imaginas cuánto, y por eso confirmo, mejor nos alejamos y me dejas "superar la cosa", depronto tú no lo necesitas, yo sí.
ResponderEliminarEs cierto, no lo necesito, para mi no hay nada qué superar, porque no quiero hacer nada que vaya en contra de ti, tu memoria o tu recuerdo. Nos vemos en otro mundo, en otro momento, en otro sentimiento... Te amo.
ResponderEliminarEn un mundo en el que tu si puedas estar conmigo. También te amo.
ResponderEliminar"Because you’re going home
ResponderEliminarYou’re going home with me tonight
So let me hold you
Come caress my body
You got me going crazy..."
:|
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=yuVjT2Rl7Bg&feature=related
Algún día te la voy a cantar, así, borracha de tequila en la puerta de tu casa.., con mariachis de chapinero... je... cómo dueles chiqui
hoy me quedaba contigo, hasta el fin de mis días (en otra vida, en la pasada) hoy cocinábamos, dormíamos y nos amábamos...
ResponderEliminar"Llegaré hasta donde estés..."
ResponderEliminar"Hoy nos amábamos..."
Hoy te dije que quisiera volver, como tu amiga, como lo que puedo ser en tu vida. Sólo dame tiempo, insisto, para cambiar el rumbo de lo que siento.
"Sólo dame tiempo, insisto, para cambiar el rumbo de lo que siento."... Transfórmalo, no lo conviertas en odio ni repulsión.
ResponderEliminarÁngela, te adoro, te extraño, extraño a mi amiga, en serio, es muy difícil prescindir de tus "servicios amigueros".
Tu eres la que está haciendo que no se transforme en cariño de amiga. Deja de buscarme, de mandarme cosas, de hablarme, y después veremos si si se logra.
ResponderEliminar