Mi canal

Watch live streaming video from humanegro at livestream.com

Alistando el teclado

Alistando el teclado
Daria J. Buñuel del perpetuo Humero

viernes, 4 de enero de 2013

Robert Smithson: 'Confinamiento cultural' (1972)

El confinamiento cultural tiene lugar cuando un curador impone sus propios límites a una exposición de arte, en lugar de pedir al artista que los establezca. Se espera de los artistas que encajen en categorías fraudulentas. Algunos artistas imaginan que dominan este aparato, cuando en realidad son dominados por él. Como resultado acaban manteniendo una prisión cultural que escapa a su control. Los artistas no están confinados, pero sí lo que producen. Los museos, como los manicomios y las prisiones, tienen salas y celdas: en otras palabras, cuartos neutrales llamados 'galerías'. Una obra de arte pierde su carga al ser ubicada en una galería, y se convierte en un objeto portátil o una superficie desconectada del mundo exterior. Toda estancia blanca vacía con iluminación es una sumisión a la neutralidad. Las obras de arte, vistas en tales espacios, parecen estar sufriendo una especie de convalecencia estética. Se las contempla como a muchos inválidos inanimados, a la espera de que un crítico dictamine si tienen cura o no. La función del curador-guardián es separar el arte del resto de la sociedad. Después viene la integración. Una vez que la obra de arte es totalmente neutralizada, inutilizada, abstraída, salvada y políticamente lobotomizada, ya está preparada para ser consumida por la sociedad. Todo se reduce a un despojo visual y a una mercancía transportable. Las innovaciones se permiten sólo si mantienen este tipo de confinamiento.

Los 'conceptos' que consisten en nociones ocultas se retraen del mundo físico. Los montones de información privada reducen el arte al hermetismo y a una metafísica fatua. El lenguaje debería ubicarse en el mundo físico, y no acabar encerrado en una idea en la cabeza de alguien. El lenguaje debería ser un procedimiento en desarrollo continuo y no una ocurrencia aislada. Las muestras de arte que tienen principio y final están confinadas por modos de representación innecesarios tanto 'abstractos' como 'realistas'. Un rostro sobre un lienzo es una representación al igual que lo es una cuadrícula. Reducir la representación a la escritura no le lleva a uno más cerca del mundo físico. Escribir debería servir para generar ideas que sean llevadas una forma material, no al revés. El desarrollo del arte debería ser dialéctico y no metafísico.

Hablo de una dialéctica que busca un mundo fuera del confinamiento cultural. Tampoco me interesan las obras de arte que sugieren un 'proceso' dentro de los límites metafísicos de la sala neutral. No hay libertad en ese tipo de juego comportamental. Se debe evitar ser el artista que actúa como una rata de B.F. Skinner haciendo sus trucos 'difíciles'. El proceso confinado no es proceso en absoluto. Sería mejor mostrar el confinamiento que hacerse ilusiones de libertad.

Estoy por un arte que tenga en cuenta el efecto directo de los elementos, tal como existen día a día, fuera de la representación. Los parques que rodean los museos aislan al arte en objetos para el deleite formal. Los objetos en un parque sugieren un reposo estático, en vez de alguna dialéctica en desarrollo. Los parques son paisajes acabados para un arte acabado. Un parque conlleva los valores de lo finalizado, lo absoluto y lo sagrado. La dialéctica no tiene nada que ver con tales cosas. Hablo de una dialéctica de la naturaleza que interactúa con las contradicciones físicas inherentes a las fuerzas naturales tal como son: la naturaleza que es a la vez soleada y tormentosa. Los parques son idealizaciones de la naturaleza, pero la naturaleza en realidad no tiene una condición ideal. La naturaleza no evoluciona en línea recta, es más bien un desarrollo descontrolado. La naturaleza nunca está acabada. Cuando un trabajo acabado de escultura del siglo XX se coloca en un jardín del siglo XVIII, es absorbido por la representación ideal del pasado, reforzando así valores políticos y sociales que ya no están con nosotros. Muchos parques y jardines son recreaciones del paraíso perdido o del Edén, y no lugares dialécticos del presente. Los parques y jardines son pictóricos en su origen: paisajes creados con materiales naturales en vez de pintura. Los ideales escénicos que rodean incluso nuestros parques nacionales conllevan una nostalgia por la dicha celestial y la calma eterna.

Además de los jardines ideales del pasado y de sus contrapartidas modernas —los parques nacionales y los grandes parques urbanos—, están las regiones más infernales: las pilas de basura, las minas a cielo abierto y los ríos contaminados. A causa de esta extendida tendencia al idealismo puro y abstracto, la sociedad se siente confundida sobre qué hacer con tales sitios. Nadie quiere ir de vacaciones a un vertedero. Nuestra ética de la tierra, especialmente en esa tierra de nunca-nunca jamás llamada 'mundo del arte', se ha nublado con abstracciones y conceptos.

¿Podría ser que ciertas exposiciones de arte se hayan convertido en vertederos metafísicos? ¿Miasmas categoriales? ¿Basuras intelectuales? ¿Intervalos específicos de desolación visual? Los curadores-guardianes todavía dependen de los escombros de los principios y estructuras metafísicas porque no conocen nada mejor. Los desechos de la ontología, la cosmología y la epistemología todavía sirven de base al arte. Aunque la metafísica ya no está de moda y ha caído en desgracia, se presenta como principios rigurosos y sólidas razones de las instalaciones artísticas. Los museos y parques son cementerios sobre el nivel del suelo: memorias congeladas del pasado que actúan como un pretexto de la realidad. Esto provoca una ansiedad aguda entre los artistas, en la medida en que desafían, compiten, luchan por los ideales podridos de situaciones perdidas.

"Cultural Confinement". Originally published: The Writings of Robert Smithson, edited by Nancy Holt, New York, New York University Press, 1979. ISBN # 0-520-20385-2

Traducción castellana de Marcelo Expósito

1 comentario: